Aunque sobre este tema he escrito varias veces, considero importante recordar constantemente la necesidad de trabajar sobre nuestra mentalidad, igual o más, que trabajamos en nuestro cuerpo. Es reiterativo decir que, precisamente, el trabajo aplicado a nuestra mentalidad repercute de manera directa y con gran impacto en el bienestar de nuestro cuerpo y, la ausencia de este trabajo, también repercute de manera negativa.
En algunos artículos y en mi Ebook “Mentalidad
de Crecimiento y Prosperidad” he hablado sobre “La Mentalidad Fija y La
Mentalidad de Crecimiento”. Hagamos una comparación entre Mentalidad Fija y
Mentalidad de Crecimiento.
Napoleon
Hill, Autor del mundialmente reconocido libro “Piense y Hágase Rico”, que fue
publicado en uno de los años más críticos de la recesión en Estado Unidos
(1937); escribió: "Recuerda que no se requiere más
esfuerzo para aspirar alto en la vida, para exigir abundancia y prosperidad,
que el necesario para aceptar la miseria y la pobreza". ~ Napoleon Hill
Por su parte, la psicóloga de Stanford, Carol
Dweck, relaciona en su ilustrativo libro "Mentalidad: La nueva psicología
del éxito" dos tipos de mentalidades: la mentalidad fija y la mentalidad
de crecimiento. Estas mentalidades son lo que consideramos nuestra
personalidad.
Una mentalidad fija es aquella en la que se
asume que nuestro carácter, habilidad creativa e inteligencia son rasgos fijos
que no pueden cambiar. Personas con este tipo de mentalidad creen que sus
habilidades básicas son algo con lo que nacen y que solo tendrán una cantidad
limitada.
Con una Mentalidad de Crecimiento todo es posible |
Las personas con mentalidad fija siempre
quieren parecer inteligentes, ya que no creen que la inteligencia pueda
modificarse. Temen parecer tontas ante los demás, creyendo que siempre lucirán
de esa manera una vez que los demás los perciban como poco inteligentes.
Algunas autopercepciones comunes de personas
con una mentalidad fija incluyen:
O soy bueno en algo, o no lo soy.
No puedo aprender ahora; es demasiado
tarde.
No tiene sentido intentarlo si voy a
fallar.
Siempre tengo problemas con...
Soy un procrastinador.
No soy creativo.
Me es difícil lograr esto o aquello.
Mientras que la mentalidad de crecimiento, es la creencia de que sus habilidades e inteligencia son y pueden crecer con el tiempo y la experiencia. Quienes la poseen creen que pueden volverse más inteligentes, que sus esfuerzos afectan su éxito y que con persistencia pueden aprender más y lograr más habilidades.
Quienes tienen una mentalidad de crecimiento
creen que su capacidad básica es solo el punto de partida para su verdadero
potencial. Este tipo de mentalidad crea una pasión por aprender en lugar de una
necesidad constante de aprobación o, incluso de apariencia.
Personas con una mentalidad de crecimiento
tienen pensamientos que son muy comunes entre ellas; entre estos pensamientos
destacan:
Siempre puedo mejorar en algo mediante la
práctica.
Puedo aprender lo que quiera o necesite,
exactamente cuando necesite aprenderlo.
Veo los errores como oportunidades para
aprender, reevaluar y hacerlo mejor la próxima vez.
Siempre puedo mejorar en algo si quiero,
pero tomará esfuerzo.
La determinación y el esfuerzo son las
medidas de mis resultados.
Disfruto aprendiendo y creciendo, y el
aprendizaje es una búsqueda de por vida para mí.
Está comprobado en estudios que abundan en la
literatura sobre mentalidad que el desafío es una característica sobresaliente
para las personas de mentalidad de crecimiento. Mientras que una persona con
mentalidad fija evitará los desafíos, con mucha frecuencia por miedo al fracaso
y hasta pueden esconderse para evitar responsabilidades; la persona con
mentalidad de crecimiento se emociona con los desafíos, los encuentran
estimulantes y hasta los consideran clave para aprender algo valioso de las
experiencias. Enfrentan el desafío, lo dominan y avanzan hacia logros mayores.
Hay indicadores de que una persona con
mentalidad fija se avergüenza de cometer errores, culpan a otros y se ponen a
la defensiva cuando son criticados. Lo que no ocurre con las personas con
mentalidad de crecimiento, que ven los errores como una lección de aprendizaje.
Es menos probable que tomen la crítica de manera personal. Están abiertos a la
crítica, creyendo que ayuda a mejorar su capacidad para hacerlo mejor la
próxima vez.
Si descubres que tienes una mentalidad fija y
realmente quieres cambiar, puedes hacerlo. Tomará práctica, determinación,
estar más consciente de tus pensamientos y anticipar qué reacciones es probable
que tengas ante las situaciones. Todos los esfuerzos que hagas en la búsqueda
de una mentalidad de crecimiento valdrán la pena y los costos y sacrificios
asociados. El resultado será, tener una mentalidad más abierta y de crecimiento
que puede conducir al éxito en todas las áreas de tu vida.
Son muchas las técnicas y prácticas que
existen para lograr el cambio de una mentalidad fija a una mentalidad de
crecimiento. Es importante mencionar la importancia de la ayuda que puedan
brindar los expertos y profesionales en las áreas de Desarrollo Personal, Sicología,
Coaching y otras disciplinas afines y que, además de haber logrado este tipo de
mentalidad, han ayudado a otras personas en este propósito.
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