TOXICIDAD Y MENTALIDAD III

 Reflexión Parte III

En nuestro artículo anterior, “Toxicidad y Mentalidad II”; iniciamos con el siguiente supuesto: “María dice que Rosa es tóxica; Rosa dice que María es tóxica. ¿Rosa es tóxica? ¿María es tóxica? ¿Ambas son tóxicas? ¿Ninguna es tóxica?”.  Después de algunos consejos a ambas por parte de un Coach (Consejero), María y Rosa deciden tener una amena conversación. Mira en este Artículo el resultado de su diálogo.

María: Rosa, creo que debemos hablar sobre nuestra situación. Nos hemos señalado mutuamente como personas tóxicas, pero creo que debemos reflexionar sobre ello.

Rosa: Tienes razón, María. Ha habido mucha tensión entre nosotras últimamente, y nos hemos acusado y señalado. Creo que tienes razón y es importante que hablemos abierta y sinceramente sobre lo que está sucediendo entre nosotras.

María: Estoy de acuerdo. Me he dado cuenta de que, en ocasiones, he proyectado en ti rasgos negativos que, en realidad, pueden ser reflejos de mis propias inseguridades y temores. No te he dado la oportunidad de mostrarme tu verdadera personalidad.

Rosa: Lo mismo me ha sucedido a mí, María. Me he dejado llevar por mis propias frustraciones y he señalado características negativas a tu persona sin considerar que también puedo tener mis propios actitudes y comportamiento tóxicos.

María: Pues sí, creo que debemos reconocer que nuestras percepciones tal vez han estado distorsionadas y basadas en nuestras propias interpretaciones subjetivas. Es necesario que nos escuchemos mutuamente y tratemos de comprendernos mutuamente, sin prejuicios.

Rosa: Estoy de acuerdo. Yo creo que ambas tenemos nuestras fortalezas y debilidades, defectos y virtudes y es importante reconocer que ninguna de nosotras es completamente tóxica y tampoco libre de culpa. Debemos concienciarnos de cómo nuestras acciones y palabras pueden estar afectándonos.

María: Sí, yo creo que, en lugar de etiquetarnos como tóxicas, debemos esforzarnos por construir una relación saludable, tratando de comprendernos. Podemos trabajar juntas en varios aspectos que nos pueden ayudar a mejorar. He aprendido en los últimos días, algo sobre la comunicación, la empatía y la búsqueda de soluciones pacíficas para resolver los conflictos.

Rosa: Muy de acuerdo contigo, María. Es hora de dejar atrás las acusaciones y los señalamientos, y comprometernos a aprender y crecer juntas. Creo que podemos superar esta situación si nos esforzamos por entendernos mutuamente y buscar el bienestar de ambas.

Este diálogo, llevó a María y Rosa a profundizar en los temas que sugirieron, teniendo como resultado, la comprensión y reconocimiento de sus percepciones erradas y se comprometieron a trabajar juntas en mejorar su relación, dejando atrás los señalamientos tóxicos y buscando un entendimiento mutuo. Ahora, María y Rosa también nos ayudan a trabajar y escribir sobre el tema de la toxicidad y de las buenas relaciones interpersonales.

Lo invito a leer nuestros próximos artículos sobre TOXICIDAD.

TOXICIDAD Y MENTALIDAD II

 Reflexión Parte II

María dice que Rosa es tóxica; Rosa dice que María es tóxica. ¿Rosa es tóxica? ¿María es tóxica? ¿Ambas son tóxicas? ¿Ninguna es tóxica? 

En nuestro artículo anterior, vimos que existe un fenómeno de proyección o reciprocidad en el que, algunas personas se señalan como tóxicas, de forma recíproca y, esto puede deberse a varias posibilidades.

1) El simplismo. Algunas personas caen en el simplismo y eso las lleva a ver solo lo común de las cosas o representaciones y, muchas veces, solo lo que interesa a su particular punto de vista o interés. Y, de ahí la necesidad de analizar de forma más detallada los patrones de comportamiento específicos que se están produciendo y que sean características de una persona tóxica. Esta actitud de reciprocidad obedece a una percepción subjetiva. Esta percepción de la toxicidad puede estar influenciada por la subjetividad y la interpretación individual de los comportamientos de la otra persona. Cada individuo puede tener sus propias experiencias pasadas, heridas emocionales o recuerdos, que influyen en cómo perciben y etiquetan a los demás; y eso va acompañado de la falta de empatía y comprensión mutua y esto nos lleva a otra posible causa.

2) El efecto espejo o auto reflejo. Al observar ciertos comportamientos que parezcan tóxicos en los demás, pueden surgir reacciones defensivas y la tendencia a señalarlos como tóxicos, sin considerar la posibilidad de que nuestra reacción también pueda poseer rasgos o patrones de toxicidad. Este fenómeno puede ser comparado con mirarse en un espejo distorsionado, donde las personas pueden percibir y atribuir a los demás aquellas características que se resisten a reconocer en sí mismas.

3) La reactividad o reacción emocional. La toxicidad en las interacciones personales, aun cuando esta pueda ser subjetiva, puede desencadenar emociones intensas y reactivas en ambas partes. Por ejemplo, una persona que se siente herida o amenazada por el comportamiento de la otra puede reaccionar de manera defensiva y agresiva. Esta reactividad emocional puede generar un ciclo negativo (círculo vicioso) en el que ambas personas se señalan mutuamente como tóxicas en un intento de protegerse a sí mismas.

4) El desconocimiento sobre la toxicidad. Este puede ser una de las principales causas de la proyección o reciprocidad en el señalamiento referido a la toxicidad, pues aun y cuando el uso del término o concepto de toxicidad es muy frecuente para señalar a las personas, existe, en muchos casos, un total desconocimiento sobre este campo y eso causa conflictos que, teniendo el conocimiento necesario, podrían ser evitados.

Entendiendo y rechazan-
do relaciones tóxicas

Las enumeradas anteriormente, son solo algunas de las posibles causas de la reciprocidad en el señalamiento como personas tóxicas que se suelen dar, con efectos negativos; sin embargo, debemos tener en cuenta que pueden existir otras causas, pues este fenómeno puede tener múltiples factores y complejidades que influyen en él y, además, como ocurre en otros casos de las relaciones sociales, cada situación es única.

En el caso propuesto al inicio de este artículo y las posibilidades enunciadas hay una que es muy probable, me refiero a que ninguna de las involucradas sea una persona tóxica. Recordemos que, como lo mencioné anteriormente, la etiqueta de "tóxica" puede ser subjetiva y estar influenciada por las percepciones individuales de cada persona involucrada, pues la toxicidad en las relaciones interpersonales es un concepto muy complejo que abarca una amplia gama de comportamientos y dinámicas que, en un alto porcentaje de casos, no son tomados en cuenta.

Pero, no se puede descartar la posibilidad de que haya algo de toxicidad en ambas personas, pues no debemos olvidar la teoría de la proyección psicológica, según la cual, las personas tienden a proyectar sus propias características, tanto positivas como negativas, en los demás. En este caso, María y Rosa podrían estar proyectando en la otra persona rasgos o comportamientos que no están dispuestas a reconocer en sí mismas. Este fenómeno de proyección puede generar un ciclo de reciprocidad en el señalamiento de toxicidad.

Pero ¿qué es lo importante de todo el discurso? Lo más importante es la parte constructiva, dirigida analizar los patrones de comportamiento y las dinámicas específicas que existen en su relación, relación en la que María y Rosa representan a toda una sociedad, cada vez más convulsa y sumida en conflictos destructivos. Cada persona puede tener fortalezas y debilidades en su forma de relacionarse, y es posible que haya aspectos negativos en su interacción que necesiten ser abordados y mejorados y, sobre esto hablaré en mi próximo artículo. Ahí lo espero…

TOXICIDAD Y MENTALIDAD

 Reflexión - Parte I

Félix Miranda Quesada *

Es sabido que, en los últimos días, hablar sobre toxicidad, personas tóxicas, situaciones tóxicas, ambientes o grupos tóxicos, es muy frecuente y, casi nadie escapa a verse involucrado con el término o concepto. Puede ser que tú o yo lo utilicemos para referirnos a personas, situaciones o círculos sociales, como tóxicos o, que otras personas se refieran a nosotros como personas tóxicas; pues, tal parece, hacerlo es una forma de liberación y, hasta de justificación para muchas personas.

Pero, antes de continuar con nuestra reflexión, respondamos a la pregunta ¿Qué es toxicidad? Debemos entender que, el concepto de toxicidad no nace, necesariamente, en el plano sociológico o referido a las personas, pues en este aspecto, el concepto ha venido cobrando relevancia hasta muy recientemente. Es decir que, en el contexto social y de las relaciones humanas, es relativamente nuevo. Pero, parece que el concepto ha sido ampliamente aceptado y adaptado a las circunstancias sociales y a las relaciones interpersonales.

Libres de Relaciones
Tóxicas

Por ejemplo, en el campo de la química, la toxicidad se refiere a la capacidad de una sustancia química para causar daño a un organismo vivo cuando se expone a dosis suficientemente altas y, en la medicina misma, la toxicidad puede referirse a los efectos nocivos de un medicamento o droga en el cuerpo humano. De ahí la advertencia que viene en los envases de dichos productos, sobre su toxicidad y el cuidado que se debe tener con ellos. Pero ¿a qué se refiere la toxicidad en el plano social y de las relaciones humanas? Pues, es importante anotar que, también se refiere a un daño que afecta, principalmente, la salud mental y emocional de las personas, pero que también podría afectar y lo hace con mucha frecuencia, la parte física de la víctima, pudiendo conducir, incluso, hasta la muerte.

Por ejemplo, un comportamiento tóxico como el acoso escolar o laboral (bullying) puede llevar a la víctima a desarrollar problemas de salud mental como la depresión o la ansiedad, lo que a su vez puede llevar a la persona a tomar decisiones drásticas como el suicidio. La psicóloga Marie-France Hirigoyen, lo explica en su libro. Según Hirigoyen (1998), "El acoso moral, si no se detiene, puede llegar a desembocar en la autodestrucción de la víctima: la enfermedad psíquica, la depresión, el suicidio" (p. 25).

Pero, ¿sabía que existe un fenómeno de proyección o reciprocidad, en el que una persona señalada como tóxica, a su vez señala a la otra de la misma manera? ¿Tiene eso alguna importancia en nuestra vida, en nuestra mentalidad y en nuestra felicidad?

En mi próximo artículo sobre “Toxicidad y Mentalidad” hablaremos sobre eso. Lo espero, entonces, en mi próximo artículo.

* Administrador de Empresas, Educador

UNA MIRADA A LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

¿Qué es la inteligencia emocional? En términos sencillos y sin profundizar en su estudio, la inteligencia emocional se refiere a la capacidad de reconocer, comprender y manejar nuestras propias emociones, así como las emociones de los demás. Esta habilidad es cada vez más importante en un mundo donde las relaciones interpersonales y la comunicación son esenciales para el éxito en la mayoría de los campos profesionales, laborales y personales.

Trabaje por su Inteligencia
Emocional

Por otra parte, la inteligencia emocional también puede tener un impacto significativo en nuestra salud mental y física. La falta de habilidades emocionales puede llevar a problemas de ansiedad, depresión, estrés y otros trastornos mentales, así como a un mal manejo de los conflictos que se presentan, irremediablemente, en la vida cotidiana y esto nos expone a enfermedades físicas y emocionales.

Cada día, en una sociedad tan convulsa y de tantos cambios, la inteligencia emocional se vuelve aún más importante a medida que la tecnología continúa avanzando y las habilidades técnicas se vuelven más automatizadas. Las personas que pueden desarrollar y utilizar sus habilidades emocionales para trabajar en equipo, comunicarse efectivamente y adaptarse a los cambios en el entorno de trabajo logran mayor estabilidad emocional en sus vidas y en sus relaciones, pero, además, son muy valoradas en los diferentes campos donde se desenvuelven o participan.

Por lo tanto, desarrollar nuestra inteligencia emocional puede tener un impacto significativo en nuestro presente y en nuestro futuro, tanto en el ámbito profesional como en el personal. Como lo dije anteriormente, esta habilidad, cada día es más necesaria, quizás más que muchas habilidades de las llamadas habilidades duras, referidas a habilidades manuales, técnicas, académicas y tecnológicas y, es y será valorada en el mundo laboral, convirtiéndose en un requisito importante para tener éxito en muchas áreas de nuestra vida, ya sea en el mundo de los negocios, en el trabajo y, más importante, en nuestras relaciones interpersonales; principalmente en nuestra vida familiar, con los seres que amamos y que nos aman.

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Félix Miranda Quesada

Administrador de Empresas

Educador

UNA MIRADA AL CRECIMIENTO Y DESARROLLO PERSONAL

Crecer en cualquier capacidad o aspecto de nuestra vida, a veces se convierte en un proceso invisible.  Y, es que, muchas veces no hacemos, siquiera, una medición para descubrir algo tan sencillo como nuestra altura o contextura para ver cualquier afectación en nuestro crecimiento físico, al menos que vayamos al médico y nos la hagan ahí “obligatoriamente”. Al igual que los cambios en el crecimiento físico, los cambios emocionales también pueden ocurrir. Estos cambios, muchas veces pueden ser difíciles de detectar y es posible que no te des cuenta de las pequeñas cosas en que has progresado. Para ayudarte a descubrir algunos de estos pequeños, pero grandes signos, en este breve artículo veremos algunos indicadores de crecimiento personal.

¿De qué se trata el crecimiento personal? Este puede considerarse bastante subjetivo y verse de diferente manera para todos. Existe una teoría particular del crecimiento personal y su objetivo se centra en la auto-realización. Esta teoría fue desarrollada por el neurólogo alemán Kurt Goldstein, pero fue popularizada por Abraham Maslow a quien suele estudiarse en las escuelas de Administración. Ambos hablan de la idea de que la auto-realización se refiere a la realización del potencial propio, que es el proceso de auto-realización, las experiencias máximas obtenidas y vividas, y la apreciación de la vida. Maslow lo coloca en un diagrama en forma de pirámide detallando cada paso para lograr esto; es lo que conocemos como “La Pirámide de Maslow”. Aunque veremos algunos aspectos de esta teoría en este artículo, también recopilaremos opiniones de otros expertos sobre el crecimiento personal en su conjunto.

Cuando miras hacia el futuro, la vida puede ser impredecible, a veces desordenada y puede ser difícil pensar más allá de la vivencia presente, por ejemplo, la hora del descanso o de tomar los alimentos, sobre todo cuando estás en una situación inestable que requiere tu atención constante. Con una lista interminable de cosas por hacer y diversas preocupaciones, es posible que te sientas perdido. Sin embargo, encontrar que sientes que el futuro no está lleno de preocupaciones y miedos puede ser una señal de crecimiento personal. Esto significa que estás en un lugar donde te sientes cómodo, estable y listo para enfrentar nuevos desafíos.

El psiquiatra Dr. Grant Brenner describe esto como tener un buen autocontrol, ser equilibrado en tu capacidad para preocuparte por tus necesidades y también ser capaz de apreciar el mundo que te rodea. Puedes vivir tu vida sin sentirte abrumado. Te encuentras emocionado cuando te despiertas por lo que el día traerá y tienes control sobre tu situación para que todo no se derrumbe a tu alrededor. Quizás aún no estés en este punto, está bien y no debes preocuparte mucho por ello. Incluso las pequeñas cosas, como esperar ansiosamente una reunión o una cita para cenar con amigos, son pasos en la dirección correcta. Estás aceptando que, aunque estés emocionado por el futuro y lo que vendrá, también puedes vivir en el presente. El futuro es genial y todo eso, pero las cosas son buenas ahora y las disfrutarás mientras estén aquí. También puedes reconocer tu pasado y ver cómo las partes de tu historia encajan hoy. Esto no significa que no hayas tenido dificultades o minimizado lo malo, pero ahora puedes aceptar lo que ha sucedido. Además, la autoaceptación es uno de los puntos en la pirámide de la auto-realización de Maslow. Mind Body Green explica este punto como la capacidad de aceptar tus peculiaridades y deseos; te aceptas a ti mismo y a los demás. Ser hábil en esta área significa que eres capaz de manejar tus relaciones y manejarte a ti mismo. Sabes que todavía estás creciendo. El crecimiento personal es un proceso continuo y no hay una línea de meta. Puedes crecer de muchas maneras, algunas más rápido que otras. Sin embargo, uno de los mayores factores para el progreso y tu futuro es tener una mentalidad de crecimiento. Esto significa creer que puedes mejorar como persona y mejorar tus habilidades, sin importar dónde estés. Una mentalidad fija, como lo he explicado en otros artículos, por otro lado, es lo opuesto: crees que solo puedes mejorar hasta cierto punto, si es que puedes mejorar en absoluto. La revista “Psychology Today” explica cómo, algunos estudios han demostrado que tener esta mentalidad de crecimiento resulta en efectos positivos en el rendimiento académico de los estudiantes. Al entender que puedes mejorar, te mantienes abierto a aprender cosas nuevas en lugar de cerrarte para siempre.

El crecimiento personal es un proceso individual y es posible que no te des cuenta de todas las formas en que has progresado hasta que mires hacia atrás. Todo pequeño paso o cambio es progreso, por lo que simplemente reconocer que algo ha mejorado ligeramente es un paso en la dirección correcta. Claro que el crecimiento personal es un viaje y hay pasos que puedes tomar para mejorarlo aún más. Esto puede ser, por ejemplo, tomarse el tiempo para la introspección, hablar con un terapeuta o, incluso, elaborar un plan para mejorar diferentes áreas de tu vida. Hay muchas formas de hacerlo que son únicas para ti. Pregúntate a ti mismo, ¿qué puedes hacer hoy para empezar? 

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